Alcaucín está situado en la vertiente occidental de La Maroma, a la entrada del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, cerca de la espectacular laguna de Zafarraya, donde se puede salir de Málaga y entrar en la provincia de Granada. La traducción aproximada de Al Cautín, hoy Alcaucín, es "los Arcos", posiblemente llamados así por el acueducto.
A una altitud de 510 metros se llega al pueblo bien en coche desde Puente Don Manuel,atravesando el valle a través de Venta Baja, bien desde Zafarraya a través de Espino, donde las vistas son absolutamente espectaculares, con las montañas verdes más bajas cubiertas de pinos, almendros, viñedos y huertos, que se elevan gradualmente hacia el escarpado Boquete de Zafarraya, que a menudo se encuentra envuelto en nubes y en la cresta de Colmenar. El pueblo en sí es típico de la zona, con calles estrechas y sinuosas, encaladas, cubos de azúcar, casas de piedra y patios interiores repletos de flores de colores. Al entrar en el pueblo, uno de los primeros puntos de interés es la fuente con cinco chorros de agua dulce de montaña que invitan a descender y beber.
La vida del pueblo se centra alrededor de la bonita plaza de la ciudad, hoy rebautizada como Plaza de la Constitución, con su Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Rosario del siglo XVIII y el Ayuntamiento. El terremoto del día de Navidad de 1884 afectó gravemente a esta población con la pérdida de vidas humanas, así como con la destrucción de propiedades, caminos y senderos y la alteración de arroyos subterráneos, y por si eso no fuera suficiente, hubo fuertes nevadas ese año que impidieron que los aldeanos recibieran la ayuda y asistencia que tanto necesitaban. Hay varios bares y restaurantes que sirven cocina local e internacional y desde la terraza del Oasis de Azafrán se pueden admirar las vistas del lago Viñuela.
Las ocho zonas que conforman este municipio son Puente Don Manuel, Los Morales, Los Cortijillos, Las Monjas, Venta Baja, Venta Alta, El Pilarejo y El Espino. Una vez finalizado el recorrido por el pueblo, se puede volver a caminar por el Paseo de las Barriadas y elegir cualquiera de los bancos de azulejos decorativos que llevan los nombres de estas zonas, para descansar un rato. Si pasear por el pueblo no ha sido suficiente ejercicio, ¿por qué no aceptar el reto de llegar al punto más alto de la Axarquía subiendo a la cima de La Maroma? ¡No olvides tu cámara!