Almayate está situado cerca de la ciudad más grande de Torre del Mar. Tiene tres áreas diferentes, Almayate Bajo que se encuentra en la playa, escondido de la vista por la caña de azúcar, entre los que se pueden encontrar bares y restaurantes. Aquí se te puede perdonar por pensar que estás en Jamaica o en algún barrio de chabolas, ¡excepto que la arena es gris! Los habitantes son artísticos y ligeramente excéntricos, como lo demuestran sus monumentos y pinturas rupestres. Incluso hay una guardería de bonsáis escondida detrás de una de las rejas.
Para los amantes de la playa hay dos campings, uno de los cuales es para naturistas que pueden ser vistos paseando desnudos a lo largo de la orilla absorbiendo los rayos del sol. Su chiringuito es sólo para naturistas y si llegas allí con la ropa puesta se te pedirá que te vayas, los textiles no están permitidos. Pero no te preocupes, hay muchas otras playas y chiringuitos donde todo el mundo estará contento de verte cómodamente vestido en bikini o shorts.
Almayate pueblo está al otro lado de la carretera de la costa y aquí puedes encontrar restaurantes, bancos, tiendas y una escuela. Hay enormes rocas escarpadas sobre las que se alza uno de los pocos toros de Osborne que se pueden ver a kilómetros de distancia. El principal punto de interés de la ciudad es la iglesia de Santa Ana, del siglo XVI, con sus atractivas campanas.
Almayate fue la principal zona agrícola de la zona de Vélez-Málaga durante el periodo nazarí, donde el sistema agrícola más común era el de regadío. Fue el único pueblo al que se le concedió el privilegio de establecerse a menos de una legua de la costa tras la conquista de los Reyes Católicos, por lo que se le dio el nombre de Seguro de Almayate.
Más arriba y a través de la autopista se encuentra Almayate Alto, donde hay muchos caseríos y villas nuevas con vistas espectaculares de la costa.