Se puede acceder a Moclinejo desde Benagalbón o desde Almáchar. En cualquiera de las dos direcciones se tarda unos 10 minutos en coche y el viaje de vuelta hacia la autopista, aunque merece la pena el esfuerzo por las espectaculares vistas de la costa. Como es lógico, las colinas suelen ser de un bonito tono verde, ya que las viñas se abren en abanico para producir las uvas que hacen que esta zona forme parte de la Ruta de la Pasa de la Axarquía.
Lo más probable es que el pueblo fuera construido por los moriscos, ya que no hay constancia de que existiera antes de su llegada. Está documentado que en 1482 atacaron a las tropas cristianas del capitán general de Antequera, don Pedro Enríquez, que, al encontrar el pueblo aparentemente desierto, le prendieron fuego. Los musulmanes que se escondían en el castillo al ver lo que estaba sucediendo arrojaron piedras y troncos de árboles a los cristianos, matando a muchos de ellos. El barranco de la zona es conocido hasta el día de hoy como Hoya de los Muertos.
Al Moclinejo de hoy se accede conduciendo a través de un impresionante muro de piedra con arcos y una pequeña torre de cuento de hadas. A medida que desciende la colina, llega a un área de estacionamiento y a un parque infantil. Si sigues conduciendo, las calles son cada vez más estrechas. Es mejor aparcar y salir a pie. Durante el verano, la plaza de España está cubierta por un toldo para dar sombra a esta gran área abierta, pero en una tarde de invierno con el sol ya bajado detrás de la montaña no se necesitaba tal protección y sólo unos pocos se sientan valientemente afuera disfrutando de una cerveza, el resto se mantendría caliente y cómodo dentro del bar.
A principios de septiembre, el pueblo celebra su Fiesta del Vino y el Folklore, que honra a los agricultores que han cultivado las uvas en las colinas circundantes durante siglos. Se pueden degustar las numerosas delicias culinarias de la zona, como las propias uvas moscatel o las pasas, el ajo blanco y la paella que se sirve a la hora de comer.Para volver a la autovía, hay que pasar por la entrada del caserío de El Valdés, un mini Moclinejo que también merece la pena visitar, aunque sólo sea para ver la impresionante Casa Museo Axarquía, un edificio fabulosamente decorado que resplandece en el corazón de este pueblo encalado, testamento de su propietario Antonio Montañez, que reformó esta impresionante finca de 300 m2, repartidos en 5 plantas, en tan sólo un año. Conocida como la Axarquía Gaudí, pide ser vista, así que por favor visítela en la Calle Ermita, El Valdés. Actualmente está abierto al público el primer sábado de cada mes a las 10:00 am hasta las 2:00 pm.