Girando a la izquierda por la A-356 en el restaurante El Cruce por la MA-3113 y pasando por el aeropuerto, el siguiente pueblo es Triana, a tan sólo 6,5 km de VélezMálaga. En cuanto a los pueblos, éste es extremadamente llano, lo que es inusual en la Axarquía. También es un pueblo bastante nuevo con las primeras casas que se construyeron a finales del siglo XIX. Al principio, los extranjeros se asentaron al otro lado del río en La Zorilla (que había estado habitado por bandidos y contrabandistas), pero el río, que en aquellos días estaba a menudo lleno de agua, significaba que no había forma de cruzarlo y la gente se quedó varada durante meses y meses. Además, en las montañas, en las zonas conocidas como La Dehesa y Las Chozas, había una vez una escuela para los hijos de los campesinos, pero que cerró y la gente bajó de la montaña para encontrar trabajo y construir casas y una nueva escuela.
Los cítricos se plantaron cerca del río en el valle y la zona adquirió un aspecto exuberante y verde. Ahora los agricultores han cambiado sus cosechas por las más lucrativas de mango y aguacate, así que en lugar de pasar por encima de los limones a medida que se tuerce y serpentea por el camino de Trapiche a Benamargosa, en realidad se encuentra conduciendo sobre los aguacates a medida que se caen en el camino. Para el ocio, se ha construido una nueva piscina y un parque infantil y las puertas de la escuela se dejan abiertas después del horario escolar para que los niños jueguen al fútbol o al patinaje sobre ruedas. Hay algunos bares que sirven comida, un supermercado y algunas tiendas pequeñas. En la pared de una casa hay una placa en honor al cantaor José Beltrán Ortega, Niño de Vélez para el mundo del flamenco, nacido en Triana el 9 de abril de 1906.
La Romería anual tiene lugar en junio y la principal fiesta de Triana es cada julio. En las afueras del pueblo hay una pequeña escuela de equitación donde se puede cabalgar a lo largo del lecho seco del río hasta uno de los muchos bares, atar los caballos y tomar una copa y unas tapas o bien dar un paseo más aventurero hasta las montañas, donde las vistas son espectaculares.